La película, que ya está en la cartelera de los cines de San Juan y Rosario, iniciará mañana su exhibición en la tradicional sala de Rivadavia 1635 de la Ciudad de Buenos Aires. “Es una historia humana y no una película más sobre Maradona. Es una forma de mostrar cómo el destino de dos personas que jugaban juntas en Villa Fiorito terminó de forma tan diferente”, explicó por Continental Gabriel Amiel, uno de los realizadores de la película.

“El otro Maradona” se concentra durante 78 minutos en la vida de Goyo Carrizo, compinche de Maradona en los Cebollistas, el equipo de su infancia. Sobre los dos jóvenes futbolistas se proyectaba un futuro de éxito profesional, que sólo se cumplió para uno de ellos. Así, la figura de Maradona sólo aparece lateralmente en el filme –no fue entrevistado- “del mismo modo fantasmagórico y ausente que tiene en la vida de Goyo Carrizo”, explicó Amiel en La Mañana.

El proyecto de “El otro...”, impulsado por Habitación 1520 Producciones, comenzó a forjarse en 2006 cuando los dos directores trabajaron en otro proyecto maradoniano, “La mano de Dios”, del italiano Marco Rissi. “Trabajamos juntos en el casting buscando un niño y un adolescente para representar los comienzos de Maradona y ahí nos acercamos al mundo del fútbol amateur”, recordó Amiel.

“En ese filme -agregó- conocimos a Goyo Carrizo, que fue contratado para asesorar al director en las escenas futbolísticas de los Cebollitas y entonces conocimos su historia en profundidad. Enseguida supimos que ahí había otra película”. Sobre las dificultades para abordar una película que, aun en forma lateral, interpela la vida de Maradona, que transcurrió en buena medida en los medios de comunicación, Amiel afirmó que se hizo “un gran esfuerzo” para que la vida del futbolista “no se coma la historia de Goyo, que es el centro”.

“Al cabo -explicó- es una película sobre el lado B y no sobre la trayectoria de Maradona. Una película que interpela otro destino posible de cualquier megaestrella”. En ese sentido, en “El otro Maradona” el costado futbolístico aparece desplazado por “la parte psicológica y humana porque -según el director- haber crecido al lado de Maradona fue para Goyo Carrizo una especie de espejo inalcanzable que también forjó su personalidad”.

“Finalmente, Maradona -aclaró- es una figura ausente en la vida de Goyo Carrizo, más allá de haber compartido un período de la vida o algún encuentro ocasional. Y también quisimos reflejar esa ausencia de alguna manera”. Tras su estreno mañana en el Cine Gaumont, “El otro Maradona” continuará su exhibición en salas oficiales del interior del país.