Encarar “El Caso Hartung” es sumergirnos lentamente en una dolorosa trama que tiene como eje un thriller policial y una subtrama política cuya protagonista es una ministra del gobierno danés que un año antes ha perdido a su hija asesinada en un secuestro.

Si bien su cuerpo nunca apareció el asesino, detenido luego de tener al país en vilo, confesó su culpa cerrando así uno de los casos más sonados del país. Cuando, finalmente, esta mujer se prepara para volver a la vida pública un nuevo asesinato y la aparición de un “muñeco de castañas” con la huella dactilar de su hija, reabre el caso y las heridas que no habían terminado de sanar.
Con esta premisa arranca una historia que nos envuelve en el clima y la geografía de un clásico Nordic Noir, con la típica atmósfera lúgubre aunque se aleja de los colores pálidos del invierno que suelen aparecer en estas series.

La pareja de detectives que investiga el caso choca con cuestiones políticas a la hora de reabrir un caso emblemático porque sería reconocer el fracaso de la policía. Pero cuando los cuerpos siguen apareciendo cada vez queda menos lugar para especular.

En resumen, nos encontramos con una serie muy bien escrita, con una trama interesante, tanto en lo que se refiere al caso policial como en las historias que se desprenden en el drama familiar y el thriller político. Las actuaciones van en consonancia y ya empezamos a reconocer algunas de las caras (Danica Curcic  una de las actrices de “The Bridge” y David Dencic que está en la última película de la saga de James Bond) que comienzan a hacérsenos familiares y el clima que envuelve la trama nos  va envolviendo para que los 6 capítulos  se nos pasen volando.

Los fanáticos del género no se van a sentir defraudados mientras nos dejamos atrapar por los paisajes daneses y la hermosa ciudad de Copenaghe.