Según un análisis realizado por el grupo privado Inveq,  reajustar las tarifas de los servicios de electricidad y transporte a valores "normales" implica la suba de 60 puntos de inflación. 

"Haciendo un ejercicio hipotético, estimamos que se generaría un aumento de 60% adicional sobre el nivel general de precios actual al intentar volver a una estructura de precios relativos ‘más normal’, como la que regía en abril de 2019, cuando se realizó la última corrección tarifaria" explica el informe.

El estudio arrojó que "la economía argentina está acumulando inflación reprimida" por eso, para recomponer los valores de servicios, es necesario una suba mayor al 250% en electricidad. Otros sectores, como la Comunicación y el Transporte Público, deberían más que duplicarse, mientras que los alimentos requerirían subir 50%, principalmente en los rubros de cereales, pan, lácteos y aceites.

En esa línea, la consultora aclaró que "si hubiera un plan de estabilización de precios, ese 60% de inflación reprimida no necesariamente se volcaría de inmediato a los índices de precios, sino que en caso de implementarse un programa de estabilización con corrección de precios relativos, el 60% aproximado de inflación reprimida no debería necesariamente sumarse a la tasa de inflación inercial al momento de la corrección".