Muchos festejaron que la inflación anual se hace desacelerado a fines de 2022 y que el total anual no haya llegado a los tres dígitos, quedándose en un incremento inflacionario del 94,8%. Pero ese número es una ficción cuando se mide la canasta básica de los menos favorecidos.

Es decir, la canasta que mide la pobreza, subió el 100,3%, es decir, los mas pobres sufrieron mas que el promedio los aumentos de precios. Pero los que mas padecieron fueron ciudadanos que están bajo la línea de indigencia. Esa canasta, se incrementó un 103,8%.

El informe de pobreza del INDEC del segundo semestre de 2022, todavía no se publicó, pero en el primer semestre, se determinó que la pobreza estaba en el 40,6% en el primer semestre del año, mientras que la indigencia alcanzó al 10,7% de la población. En síntesis, mas de la mitad de la población es pobre o es indigente, y la influencia de los incrementos en términos reales, superó el 100% para mas de la mitad de la gente.