El Gobierno prolongó el ajuste en el ritmo del gasto público y redujo en casi 15% las erogaciones en comparación con la primera semana de octubre. La consultora Analytica realizó un informe que calculó la continuidad del camino de austeridad fiscal que el sector público encaró desde julio para alcanzar la reducción de déficit primario incluida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que este año deberá ser el 2,5% del Producto Bruto Interno.

“En la primera semana de noviembre, el gasto primario real fue 14,6% inferior respecto de igual semana de octubre, y 23,4% de un año atrás. La caída interanual fue generalizada entre las partidas”, informó Analytica, a la vez que consideró que "respecto a la primera semana de octubre, la obra pública fue la única que se mantuvo por encima, a pesar de esto, con el 64% del presupuesto asignado ejecutado, viene mostrando ser una de las partidas donde más recae el ajuste”.

En la medición interanual realizado por la consultora, los principales ajustes los registraron Bienes y servicios (-57,9%), Programas sociales (-51,8%), Transferencias a provincias (43%), Obra pública (-29%) y Subsidios económicos (25,4%).

La rienda corta para el gasto se da en simultáneo al nivel de pagos atrasados (deuda flotante) que acumula la administración nacional. De acuerdo a los datos de la Tesorería General, en septiembre la deuda flotante fue de $841.000 millones, contra los $713.000 millones de agosto y $717.000 millones de julio.

El Fondo Monetario Internacional comenzó a llamar la atención sobre este tema ya que forma parte del conjunto de metas cuantificables con el FMI, dándole bastante relevancia, pero menos importante en comparación con déficit primario, reservas o emisión monetaria.

El último informe del staff del Fondo Monetario se refirió a lo grave que llegó a ser la acumulación de deuda flotante (“atrasos internos” según el FMI) en determinado periodo del año y cómo en los últimos dos meses el Ministerio de Economía comenzó a acelerar la cancelación de esos pasivos. Para el FMI, parte del cumplimiento de la meta fiscal de fines de junio se debió a ese incremento de pagos atrasados.

En ese contexto, el FMI calculó que a fines de junio la deuda flotante había ascendido hasta unos $800.000 millones y que, desde aquel momento hasta mediados de septiembre, el número cayó hasta unos $530.000 millones, más en línea con el techo para este ítem previsto en el acuerdo, que a fines de septiembre fue de $612.000 millones.