Por el presente de la Selección Argentina, hay un enorme deseo de que el Mundial se juegue ya mismo, para aprovechar el buen momento. De todas maneras, para la cita máxima del deporte, falta realmente poco, apenas cinco meses. Con un calendario atípico y en un contexto particular de indefiniciones, todavía restan decidir dos de las selecciones que estarán en la competencia.

El pasado domingo, Gales, de la mano de Gareth Bale que ejecutó un tiro libre y gracias a un infortunio Andriy Yarmolenko que convirtió en contra, le ganó 1 a 0 a Ucrania y sacó su boleto al Mundial. Fue el 30º clasificado y el último por Europa.

Pero todavía restan definirse los dos que surgirán de los repechajes intercontinentales. Los mismos se disputarán la próxima semana, el lunes y el martes. Pero esta misma semana se celebrará un duelo clave para el Mundial.

Este martes a las 15, Emiratos Árabes Unidos y Australia jugarán un partido decisivo en Doha, la capital de Qatar, para determinar quien disputa el repechaje en representación del continente asiático. El conjunto emiratí, que es dirigido por el ex DT de Boca, Rodolfo Arruabarrena, busca alcanzar la máxima competencia por segunda vez en su historia, tras una pobre participación en 1990, mientras que el equipo oceánico que compite en Asia, tiene mucha más experiencia.

El ganador de ese partido enfrentará al Perú del “Tigre” Ricardo Gareca, el próximo lunes, también en tierras qataríes y en el mismo horario, para determinar quién es el 31º clasificado a la cita máxima del fútbol. El que se imponga irá al grupo de Francia, Dinamarca y Túnez.

El 32º y último equipo que vaya al Mundial se  conocerá el próximo martes. Ese día se medirán Costa Rica y Nueva Zelanda como representantes de la CONCACAF y de OFC, la confederación de Oceanía. El ganador de ese duelo compartirá grupo con España, Alemania y Japón.