Boca y Vélez empataron 0 a 0 en Liniers en un partido que se puso vibrante en el segundo tiempo y que implicó el primer gran papelón del VAR en el fútbol argentino.

El primer tiempo del partido fue bastante feo. Vélez fue un poquito superior, pero nadie mareció mas que el gigante cero que se llevaron al descanso. Por eso, el partido parece haberse iniciado en el segundo, cuando Oscar Romero ingresa en el Xeneize y le cambia la cara.

Boca fue definitivamente más en la segunda etapa. Con Romero conduciendo, con un Sebastián Villa encendido, con Luis Advíncula pasando y pasando, y todos, transmorando al arquero de Vélez, Lucas Hoyos, en la figura.

Pero hubo un momento clave. Fue cuando los de Liniers recuperaron la pelota unos minutos, tuvieron dos córners consecutivos y en el segundo de ellos, ante un cabezazo de un hombre de Vélez en el área, el volante de Boca Alan Varela extendió por completo su brazo y también su mano cual jugador de voley y detuvo la pelota que se dirgía al arco.

El VAR no vio la mano que era un escandaloso penal. Probablemente, desde que se utiliza el sistema VAR, jamás se haya animado nadie a ignorar semejante penal. Un escándalo de proporiciones que solamente pueden verse en estas tierras.

El partido siguió y Boca siguió llegando una y otra vez. Hoyos salvó frente a Luis Vázquez, Hoyos otra vez desviando un disparo de Advíncula, un ataque de Boca que no terminó en gol por un mal último pase de Ramírez. Todo fue de Boca, que debió llevarse más, salvo por el inocultable penal en su contra que el VAR "no vio".