
Vélez e Independiente empataron 0 a 0 en Liniers
En un partido que por por momentos fue un concierto de torpezas, el cero es un resultado que le calza justo.
Vélez e Independiente empataron 0 a 0 en un partido que de ratos tuvo un nivel inferior a un solteros contra casados, después de un asadito bien regado. Fue muy complejo encontrar momentos en que alguno de los dos se diera dos pases consecutivos entre compañeros y el cero no solamente es un resultado sino además una calificación.
En un partido espantoso, Vélez fue un poco más, aprovechó la debilidad espantosa de Independiente en las pelotas aéreas y se impuso con dos cabezazos, uno dio en el palo y el otro en el travesaño. Cerca del final del primer tiempo, Matías de los Santos se le ocurrió saltar sobre la pierna de Batallini tirado en el piso y se llevó una lógica roja.
Allí, Independiente tomó el control de la pelota pero no hizo nada útil con ella. Fue en realidad un papelón. Así terminó el primer tiempo y el Rojo volvió a la cancha con dos cambios, uno poco comprensible: ingresó Joaquín Laso por Sergio Barreto. Central por central, entro uno tosco, de alrededor de 30 sin mayor trascendencia en su carrera, salió un joven no solo prometedor sino bien asentado. Eduardo Domínguez tendrá sus motivos, pero dada la actitud de Laso, se le va a complicar al DT.
Porque en un forcejeo en el área, a Laso se le ocurrió darle un codazo en la oreja al defensor de Vélez y emparejo los número y el partido volvió a su paridad anterior. La cantidad de torpezas, el concierto de pases errados, centros a la nada, la muestra de incapacidad individual de los dos lados, fue llamativa para un partido de primera división. Fue cero de los dos lados, ambos fueron bien cero.