En la despedida de Claudio Úbeda como entrenador, Racing dejó una imagen distinta. Tras un primer tiempo muy malo, levantó en la segunda mitad, cambió la actitud y hasta lo pudo ganar. Finalmente, igualó 1 a 1 con Unión en Santa Fe. Franco Calderón abrió la cuenta y Aníbal Moreno lo empató.

La Academia, como desde hace rato, no mostró una idea clara pero sí mostró cambios de postura durante el mismo encuentro. Entró con la intención de tenerla, pero con una carencia casi total de desmarque y movilidad, por lo que terminó en pelotazos o en pérdidas riesgosas por tenerla hasta que aparezca un espacio. Todo, con una marcha menos.

Unión con un estilo más construido arrancó más firme. Fue directo, sin necesidad de darle tratamiento a la pelota en el medio. Recuperó y se dedicó a correr inmediatamente para enfrentar a la defensa. A los ocho minutos tuvo la más clara del primer tiempo.

Tras un corte en el medio, Fernando Márquez le puso un pase genial al vacío a Enzo Roldán que tocó con sutileza y precisión ante la salida de Gabriel Arias. Al tiro le faltó fuerza y por eso, Mauricio Martínez llegó a sacarla sobre la línea con un esfuerzo mayúsculo. Pero no fue la única. Por los costados, con toques precisos y con Márquez muy colaborativo para pivotear de espaldas, se arrimó con mucho riesgo es varias oportunidades.

En el segundo tiempo, como ante Patronato, Racing salió de otra manera. En los primeros 10 minutos generó más que en todo el primer tiempo. La más clara fue de Enzo Copetti que luchó de espaldas, giró, remató de zurda e hizo lucir a Franco Moyano.

Pero en este caso no pudo quebrar el cero y se volvió a apagar un rato largo. Nuevamente Unión lo llevó al partido dinámico, incómodo y áspero que tantas dificultades le había traído. El conjunto de Úbeda volvió a ser inofensivo.

A los 26, de manera merecida, el local llegó al gol. En una jugada que no terminaba nunca, luego de varios rebotes, Claudio Corvalán la rescató y metió un centro de zurda. El defensor Calderón recibió y de media vuelta sacó un remate fortísimo para vencer a Arias.

En un mal momento, cuando el equipo local parecía cerca del segundo, la Academia lo empató. Sin demasiado contexto, Aníbal Moreno, desde la izquierda, recortó y metió un envío de derecha que se cerraba hacia el arco. Copetti la fue a buscar pero le erró a la pelota, lo que desconcertó a Moyano que no pudo llegar y la pelota se metió.

Desde el empate Racing hizo todo lo que no había hecho antes para ganarlo. Tuvo un cambio anímico notable y pese a que no prosperó su idea de juego, en base a meter la pelota en el área y cargarla de gente tuvo dos oportunidades clarísimas para ganarlo. Primero, tras un envío largo de Fernando Prado, Copetti, el mejor del visitante, la bajó de pecho y Darío Cvitanich definió con el pie abierto, pero la pelota dio en el palo y luego, a partir de un centro desde la izquierda, Carlos Alcaraz cabeceó llovido, pero respondió Moyano.

Quizás por el trámite general, el Tatengue pudo merecer un poco más, pero por lo sucedido en el final del juego, el conjunto de Avellaneda estuvo un poco más cerca de llevarse el resultado. Ahora todo será distinto y de la mano de Fernando Gago arrancará un nuevo proceso. Más allá de las críticas que recibe el plantel por los malos resultados, la materia prima que tendrá para trabajar el ex volante central es superior a la de casi todos los equipos del fútbol argentino.