El partido empezó difícil para River, Talleres era un rival de cuidado, su inmediato perseguidor y aspirante a disputarle el título. Y encima, a los 7 minutos, el pibe Peña Biafore, se equivocó, fue con las dos planchas y pisó a un rival, y el árbitro hizo lo que tenía que hacer: roja y a las duchas.

Con el marco del Mario Kempes y un jugador más, todo era a pedir de la T que se lanzó en ataque y fue muy peligroso, especialmente cuando el juego cerca del área pasaba por Valoyes. Anduvo cerca, pero le faltó jerarquía para definir y River lo fue emparejando.

Después de los 25 minutos ya la diferencia numérica no se notaba en la cancha, y antes de terminar el primer tiempo, un tiro libre ejecutado rápido, desborde, buen centro y Robert Rojas que la manda adentro.

En el entretiempo, Marcelo Gallardo mando a Maidana a la cancha para completar la defensa que había quedado mal parada por la expulsión y se terminó cualquier atisbo serio de Talleres. Con River al acecho para la contra, uno camina por una cornisa hasta que se cae.

Gallardo había mandado a la cancha a un delantero; Braian Romero, que además es cumplidor para hacerle el carril si hace falta. Hasta que la robo el extraordinario Julián Álvarez, hizo pasar de largo a uno, se lanzó a la carrera hacia el área, atrajo a dos defensores y la cruzó para Romero que dominó mal y torpemente, pero la mando adentro. 2 a 0 y partido terminado.

Quedó tiempo para que un Álvarez extenuado volviera a escaparse y al verse solo, rematase apenas sobre el travesaño.

River le sacó 7 puntos a Talleres derrotándolo en Córdoba y quedó a 9 de Boca. Es el líder indiscutido y merecido del torneo. Cuenta con un estratega fabuloso en el banco y con los jugadores adecuados para explotar todas las situaciones que se presentan en un partido. Juega otra Liga.