Tras el bochorno en la cancha, se produjo un escándalo en zona de vestuarios. Y como si todo eso no hubiese sido suficiente, el trato que recibió la delegación luego de los incidentes fue lamentable, como es habitual en Brasil. Tras más de 12 horas demorado, el plantel Xeneize partió rumbo al aeropuerto para regresar al país en unas horas.

Hubo varios imputados a los que no se los quería dejar regresar. La intervención de miembros del consulado argentino colaboró con los jugadores de Boca pero no terminó de solucionar las cosas. En todo momento existió una predisposición de las autoridades locales por incomodar a la delegación argentina.

Lo primero que sucedió en horas de la noche de ayer, tras el apoyo diplomático que recibió el Xeneize, fue que la policía de Minas Gerais intentó retener en el país a Sebastián Villa y Carlos Zambrano, colombiano y peruano respectivamente, sobre los cuales el consulado argentino no tiene injerencia. 

En consecuencia, todos los compañeros y el cuerpo técnico decidieron no irse hasta tanto se resolviera su situación. Todos pasaron la noche en el micro frente a la comisaría e inclusive hay futbolistas que denuncian que ni siquiera les permitieron ir al baño.

Con el correr de las horas y al solucionar algunos inconvenientes fueron apareciendo otros de manera inexplicable. Por ejemplo, se intentó imputar a Norberto Briasco, que no aparece entre los que responden agresiones en ninguno de los videos que circularon y según sus propios compañeros no participó en lo más mínimo de la gresca.

Parte del mal trago parece ya haber pasado, dado que los micros con los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes que viajaron, ya está rumbo al aeropuerto. Alrededor de las 15.30 sale el avión con destino a Buenos Aires para el regreso.