Tras un comienzo catastrófico en 2022, Mercedes se dedicó la mayor parte de la pasada temporada de F1 a desentrañar, comprender e ir solucionando los múltiples problemas de su auto, para recién en la última parte (sobre todo después de que la FIA subió 10 milímetros el suelo de los autos, agudizando la superioridad de Red Bull y terminando de destruir a Ferrari) empezar a recortarle distancia a la punta hasta marcar un 1-2 sorprendente en el GP de Brasil.

En este contexto, Toto Wolff anuncia para este año “un auto lleno de sorpresas”, aunque exteriormente el W14 se parecerá mucho al malhadado coche de 2022 (el primer Mercedes sin títulos desde 2013). "Entro el túnel del viento y parece el coche de 2022, pero me dicen que debajo es muy diferente. Se trata del flujo del aire, de la distribución del peso, del mapa aerodinámico...", enumeró el directivo austríaco. "Nuestro coche cambió fundamentalmente a mediados de año, cambiamos el concepto, pero no pudimos ver nada en la carrocería", añadió.

"Creo que tenemos una mejor comprensión de cuáles eran los problemas. Hemos estado pelando capas de la cebolla, capas que descubrían más y más problemas, pero me parece que hemos llegado al punto en que entendemos bastante bien por qué el coche no estaba funcionando. Si somos capaces de resolver eso durante el invierno, al menos podremos proporcionar una plataforma estable a los pilotos y desarrollarla a partir de ahí", concluyó Wolff.

Los equipos de F1 van a tener que hamacarse este año para solucionar eventuales problemas de origen de los autos de la próxima temporada: sólo habrá tres días de ensayos comunitarios, suficientes para descubrir problemas trágicos, y absolutamente insuficientes para solucionarlos antes del comienzo del campeonato.

Por otra parte, Wolff aclaró que la salida de Mercedes de la Fórmula E se debe a que el retorno económico y de imagen es insuficiente para sufragar la alta inversión tecnológica necesaria de cara a los coches Gen-3.

“La audiencia es demasiado baja para justificar un programa tan vasto en este Campeonato. Las razones son las mismas que nos empujaron a dejar el DTM, donde se necesitaba una inversión de 40 a 50 millones de euros, sin que el retorno estuviera a la altura para justificarla”, ejemplificó toto.

“La Fórmula 1 se ha vuelto tan popular, que está ocultando los restantes campeonatos. Para nosotros, en Mercedes, lo lógico es concentrar todos nuestros recursos en la Fórmula 1 para estar siempre en los primeros lugares de esta disciplina, en lugar de diluir nuestros recursos en otros proyectos deportivos”, alegó Wolff: completamente distinto a la diversificación de McLaren, que entró en Fórmula E y en el WEC, y ya está en IndyCar hace algunas temporadas.