Tras dos fines de semana de descanso (promovidos por la invasión de Putin a Ucrania, que redundó en la eliminación del Gran Premio de Rusia), la F1 vuelve a correr este fin de semana en Singapur. Conocida como ‘La Mónaco de Oriente’, la pista es en realidad mucho más desafiante: se corre de noche (estrés extra para el organismo del piloto), con altísimo calor y humedad (malo para los motores), pequeñas curvas y chicanas sin fin (lo que obliga a una pertinaz concentración) y varias frenadas muy fuertes (extenuante para los pilotos sumado a todo lo anterior). 

En este contexto, la FIA ha ablandado la regla de oscilaciones métricas provocadas por el porpoising. Es que el de Marina Bay es uno de los circuitos más bacheados, junto con las ruinas de Austin, y a coches con suspensiones tan largas y duras como los de 2023 será inevitable desbordar los límites impuestos por la FIA para resguardar la salud de los pilotos. Por eso, el tope por esta carrera, y quizá también por la de Texas, subirá a 7G.

En tanto los dos campeonatos parecen definidos a favor de Verstappen y Red Bull, el pelotón del medio sigue apretando o acelera recién ahora con las actualizaciones, más pensando en 2023 que en este año que está medio jugado para las ambiciones de cada cual. Así, Mercedes seguirá presentando evoluciones, ahora que comprende más su auto. "Desde el comienzo del año hemos progresado y la recuperación del equipo ha sido buena. Necesitamos seguir con la racha, continuar aprendiendo y sacar el máximo que podamos de cada oportunidad", comentó Toto Wolff.

Alpine, el mejor del verdadero medio del pelotón, apurará piezas nuevas hasta Austin por lo menos, anticipó Pat Fry, su director técnico. Habituados a vender humo (primero por la presencia de Alonso; ahora por la dirección de Laurent Rossi), los franceses hablaron de estrenar “un piso revolucionario” en Marina Bay. Esta secuencia de carreras de septiembre servirá para probar todas las mejoras, también pensando en el año próximo, no sólo en asegurar el cuarto puesto de Constructores. 

"En las últimas carreras hemos llevado una serie de mejoras que han funcionado según lo previsto. Vamos a introducir más esta temporada y acabarán a finales de octubre, cuando lleguemos a Austin. Todo el personal de Enstone ha trabajado de una forma increíblemente bien y tenemos que aplaudir su gran esfuerzo", resumió Fry.

Así las cosas, Pirelli estima que el cambio de la F1 a ruedas de 18 pulgadas (contra las 13 históricas de las últimas décadas) y las suspensiones más largas y duras de este año, más los dos años de ausencia por la pandemia, convertirán el circuito en “completamente nuevo” para los equipos. Además, los organizadores han repavimentado tres secciones, con lo que las referencias cambiarán completamente. 

En un circuito urbano en el que la tracción es fundamental, la gama elegida por Pirelli para este fin de semana es la más blanda de todas (compuestos 3, 4 y 5), lo que trae incógnitas respecto de la durabilidad en el marco antes descrito. Además, los coches de este año muestran enormes dificultades para girar en curvas lentas (casi todas las de Singapur), lo que genera una contradicción a resolver entre una alta carga aerodinámica en la parte delantera y la necesidad de complementarla con una parte trasera sólida, sin generar drag en las largas rectas de un sector del circuito.

¿Revivirá Mercedes en este trazado que en la Era V6 Turbo Híbrida fue de los menos sensibles a su tiranía de 2014-21? ¿Arrasará Red Bull como hizo no pocas veces en el pasado? ¿Logrará Ferrari obtener una nueva victoria en este trazado que vio el último triunfo de Vettel (un regalo del equipo, que perjudicó al entonces juvenil Leclerc)? ¿El piso ‘revolucionario’ de Alpine los acercará a pelear con los tres equipos de adelante, o sólo alcanzará para dejar más atrás a McLaren? 

Todas estas preguntas comenzarán a ser respondidas desde el viernes a las 7 de nuestro país. A las 10 será la Práctica 2. El sábado, a las 7 la P3 y a las 10 de la Argentina la Clasificación. La carrera será el domingo desde las 9 de acá. Además, este fin de semana las W Series correrán la carrera que puede consagrar tricampeona a Jamie Chadwick y que también puede ser la última carrera de la categoría en el año y quizá en la historia, debido a las crecientes deudas que acarrean los organizadores del campeonato femenino de la FIA.