Se viene el Gran Premio de Brasil de F1, uno de los circuitos emblemáticos de la máxima y de los que mejores espectáculos da por lo general. En Continental Web te contamos por qué.

Trazado de la vieja escuela, diseñado por el paisaje, no por Hermann Tilke (el arquitecto que monopolizó el diseño de circuitos en la Era Ecclestone y generó un puñado de circuitos que aburren a fuerza de tener todo y darle, por lo tanto, siempre la ventaja el que tiene el mejor paquete promedio). Esto quiere decir distancia corta (4,3 kilómetros), el más breve exceptuando Mónaco y cerca de Red Bull Ring, Hermanos Rodríguez y Gilles Villeneuve. Estos trazados generados o sustancialmente modificados entre los 70 y los 80, antes del reinado de Tilke, son más de hacha y tiza precisamente por la cantidad de rezagados que los punteros se cruzan sobre todo en la segunda mitad de la carrera; esto hace que los tiempos sean menos lógicos y que la habilidad del piloto para sacarse de encima pilotos con vuelta menos le dé más peso a lo conductivo que a los cálculos de las computadoras o las hipótesis de los ingenieros.