Quizás porque el campeonato de Primera División ya parece tener dueño. Quizás por la polémica que genera el hecho de que uno de los equipos sea el caballo del comisario. Tal vez por el morbo que genera el duelo de poderes o a lo mejor simplemente por la importancia de lo que hay en juego. Tigre y Barracas Central captó la atención de un país entero, que podrá vivir por Continental, desde las 20, la gran final de la Primera Nacional.

Las polémicas han quedado en un estado de suspenso, al menos hasta que la pelota comience a rodar. Ya se definió la sede, que será el Florencio Sola, la cancha de Banfield y el Matador tendrá la compañía de 12 mil hinchas, mientras que el Guapo tendrá la banca de 6.500 personas.

También ha quedado en el pasado la disputa por el terreno de juego. Más allá del estadio en sí mismo, hubo debate por las dimensiones del terreno. Barracas se ha caracterizado por una campaña formidable como local, en el estadio Claudio "Chiqui" Tapia, de pequeñas dimensiones, mientras que Tigre, un equipo de jerarquía y que necesita mayores espacios prefería una cancha más grande.

Este duelo definirá al primer equipo que juegue en la Primera División a partir de enero de 2022. El partido es mano a mano y no hay ningún tipo de ventaja deportiva. En caso de igualdad en los 90 minutos, hay alargue, de dos tiempos de 15 y si persiste la igualdad, penales. El ganador sube directamente y el perdedor seguirá con chances: podrá disputar la semifinal del reducido en busca del segundo ascenso.

Viví uno de los partidos del año desde las 20 por Continental, con los relatos de Leo Gabes, los comentarios de Gustavo Medina, los aportes desde la zona de vestuarios de Matías Pena y toda la información del mundo del deporte brindada por Agustín Caviglia.