Se jugaban 5 minutos del segundo tiempo, cuando Carlos Tevez recibió la pelota en la mitad de la cancha y comenzó su mágica acción. Porque luchó y se sacó a un defensor que hacía fuerza para deternerlo, y siguió. Entonces se cruzó con otro rival, al que gambeteó en una velocidad astronómica. Pero apareció el último defensor del Parma, al que Carlitos dejó en el camino con un autopase. Luego, la definición. Cara interna del botín derecho para dejar parado a un arquero que no tuvo reacción ante semejante jugadón.