Talleres se aprovechó de la rotación de River, que todavía no parece estar en esa etapa en la cual sin importar quien juegue el equipo rinde. El conjunto cordobés se impuso 1 a 0 en el Mario Alberto Kempes con gol de Diego Valoyes y sumó su primer triunfo en el torneo, casi sin sufrir en defensa.

La primera mitad fue muy mala. El equipo de Marcelo Gallardo nunca consiguió su habitual circulación fluida y rápida en la mitad de la cancha. Se dedicó a jugar largo para Braian Romero quien en varias oportunidades pudo ganarle en velocidad a sus marcadores pero no pudo sacarle jugo a eso.

De todos modos, la acción más clara fue del Millonario. Bruno Zuculini sacó un remate fuerte pero al medio que Guido Herrera no pudo controlar. El arquero dio un rebote largo y debió salir a atorar rápido a José Paradela que le definió al cuerpo, pero el peligro no finalizó. La pelota derivó en Santiago Simón que remató sin arquero, pero Enzo Díaz se tiró al piso y con el pecho contuvo.

La T no pudo patear al arco en el primer tiempo, pero mostró algo de lo que más frutos le daría en la segunda mitad: presión sobre los defensores, especialmente Leandro González Pírez. Ya en la segunda parte eso se hizo más constante, el equipo lo ejecutó en bloque y complicó hasta a los volante Millonarios.

El complemento sí mostró mucha más acción desde el arranque. Antes de los cinco minutos Patricio Loustau evitó cobrar un penal de Paradela sobre Gastón Benavídez. El ex Gimnasia lo sujetó afuera del área y lo soltó dentro de ella. El juez cobró tiro libre e increíblemente desde el VAR no se lo corrigieron.

Un rato más tarde, el local se puso en ventaja. Tras un robo en la salida, Valoyes le dio un pase hacia afuera a Federico Girotti. El ex River sacó de la zona de confort a Jonatan Maidana, lo encaró y tiró un centro al segundo palo que cabeceó Benavídez hacia el medio. El propio Valoyes que inició la jugada llegó por el centro y con una pirueta extraña convirtió.

El equipo del portugués Pedro Caixinha continuó con buen ritmo y generó varios contraataques que pudieron darle una ventaja mayor, como una corrida de Girotti que les ganó a todos en velocidad y definió mal ante la salida de Armani, o un tiro del mismo delantero desde el suelo, después de un choque entre el guardameta de River y Maidana afuera del área.

El equipo de Núñez no tuvo un buen partido y no tuvo individualidades destacadas. Los habituales suplentes mostraron un nivel pobre y los que ingresaron en la segunda etapa no hicieron demasiado tampoco. Solamente Nicolás De La Cruz mostró algo de rebeldía en una jugada en la que encaró del centro hacia la derecha, se sacó varios rivales de encima y cuando parecía no tener otra chance que tirar el centro, remató y exigió a Herrera.

Talleres recién se refugió los últimos cinco minutos y no sufrió sobresaltos. La victoria, que fue la primera del torneo, no tiene un real impacto en la tabla, pero le sirve al equipo desde el punto de vista anímico para enfocar con otras fuerzas su gran objetivo: la Copa Libertadores.