Las Selecciones de fútbol africanas suelen ser una gran incógnita en la previa de cada Copa Mundial. Es evidente y fácilmente constatable la llegada de futbolistas nacidos en el continente Africano que han poblado diferentes ligas del Mundo, desde las más importantes y poderosas, hasta las de menor nivel y popularidad. 

Pero cruzar el Rubicón, en sentido metafórico, parece ser su gran desafío. Los Cuartos
de Final es la barrera a superar: Las 3 selecciones africanas que lograron llegar a esa instancia, nunca pudieron avanzar más allá. Hagamos un pequeño repaso:

  • Camerún en 1990 (vs Inglaterra), luego de caer 2-3 en tiempo suplementario.
  • Senegal en 2002 (vs Turquía), en duelo de "sorpresas" los turcos se impusieron por la mínima.
  • Ghana en 2010 (vs Uruguay), cayendo por penales, el día que Sebastián Abreu estuvo más loco que nunca.

Conceptualmente fueron tres seleccionados que lograron un éxito relativo que no pudo ir de la mano de un título, pero que, sin lugar a dudas, quedaron marcados en la memoria de los futboleros.

La Globalización del fútbol ubica a cientos de jugadores africanos en la elite de este deporte. Alguna vez Jorge Valdano definió a la impronta creativa de los seleccionados africanos como “salvaje”; se presentaba una oportunidad única para dichos seleccionados: al talento y potencia física innatos, el agregado de la “disciplina Europea”, le podría significar una ganancia absoluta, para poder dar el gran salto a nivel mundial. Pero hasta el momento, eso no ha ocurrido. Es más, con el avance de las Copas del Mundo, el crecimiento de los combinados africanos no se ve reflejada en puestos de privilegio.

Dentro del abanico de ejemplos, cabe señalar que en los últimos dos Mundiales, les ha costado protagonizar: en Rusia 2018, no hubo representantes en fase de eliminación directa. Cuatro años antes, en Brasil, Argelia y Nigeria no pudieron pasar de las derrotas ante Alemania y Francia respectivamente en los 8avos de Final.

Qatar 2022 aparece como una nueva oportunidad, para ver donde sitúa el mapa futbolístico a los africanos. Senegal, Camerún, Ghana, Marruecos y Túnez tendrán la misión de hacer de su propia historia, la historia grande de todo un continente. 

Francisco Jáuregui es el periodista deportivo argentino mejor informado sobre el futbol africano. En diálogo con Radio Continental, dio su parecer sobre el que asoma como candidato: “Senegal es el seleccionado que más chances tiene de clasificarse, por el material que tiene y por el Grupo que le tocó (junto a Qatar, Ecuador y Países Bajos). Además tiene un entrenador como Aliou Cissé que lleva adelante un proceso de varios años, situación que no es muy común en el continente africano. No nos olvidemos que fue campeón de la Copa Africana de Naciones durante este año, y subcampeón de Argelia en la edición de 2019”.

Senegal es un seleccionado cuya fortaleza radica en el aspecto grupal. Más allá de eso, tiene jugadores de jerarquía internacional en cada una de sus líneas: Su arquero es Edouard Mendy (Chelsea), el primer marcador central es Kalidou Koulibaly (Chelsea), Idrissa Gana Gueye (ex PSG, hoy en Everton de Inglaterra), y Sadio Mané (Bayern Munich) en ataque. A la columna vertebral se le adiciona un grupo de jugadores que potencian a los destacados y logran mejorar su propio rendimiento individual.

El propio Jáuregui no duda en incluir a Marruecos y Túnez en un segundo escalón. “Marruecos ha cambiado de entrenador en los últimos días (Vahid Halilhodzic fue cesado, en su lugar asumió Walid Regragui), pero tiene futbolistas de renombre: Bono (arquero de Sevilla), en defensa se destaca Ramain Saiss, y en ataque, con el cambio de técnico, se le abren las puertas del seleccionado al atacante Hakim Ziyech (Chelsea). La gran incógnita que se presenta es saber como podrá plasmarse la idea de juego del nuevo técnico a tan poco para comenzar el Mundial”, consideró.

En el caso del combinado tunecino, la historia es parecida; su conductor Jalel Kadri, no lleva mucho tiempo en su cargo: “No tiene nombres destacados, pero varios de ellos tienen experiencia mundialista que puede pesar a la hora de la competencia”.

El tercer escalón queda destinado para Camerún y Ghana. El autor del libro “Fútbol Africano, crónicas, historia e investigación” argumenta lo siguiente: “No eran favoritos en sus respectivos repechajes mundialistas, será interesante observar como aprovechan la oportunidad que se ganaron”. En los últimos días, Ghana nacionalizó al español Iñaki Williams (Athletic Club), cuyo hermano Nico, representará a España.

Un dato no menor, se verá reflejado en los bancos de suplentes: Los entrenadores, de los cinco seleccionados clasificados, tienen la misma nacionalidad de sus equipos, aspecto que resulta particular. El único que no nació en su tierra es Otto Ado (Ghana), quien fue dado a luz en Alemania, pero cuyos padres ghaneses le adoptaron rápidamente dicha nacionalidad.

Históricamente las diversas federaciones de futbol en África han apostado a procesos conducidos por extranjeros, es por eso que resulta llamativo que los nativos hayan copado la escena. “La formación de los entrenadores africanos ha mejorado mucho en los últimos años. Varios de ellos tienen la posibilidad de formarse en Europa, e incluso en el continente se dictan cursos valiosos que ayudan al progreso profesional”, aseguró el periodista. 

Falta muy poco para el comienzo del Mundial y el sueño africano tiene el mismo poder y sustento que el de tantos seleccionados que querrán en Qatar mirar al mundo desde lo más alto.