En un partido trabajoso, trabado y muy disputado, a Arsenal se le escapó primero el triunfo y luego el empate. Perdió 2-1 en su visita a Sporting Cristal en los minutos finales de la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Había arrancado en ventaja con un gol de Nicolás Mazzola, pero en ocho minutos, a partir de un doblete de Alejandro Hohberg, se lo dieron vuelta.

La primera mitad tuvo un desarrollo parejo, muy cortado por infracciones y con pocas situaciones de gol. El equipo peruano, con su plan de tenencia y elaboración colectivas no logró lastimar a la visita. Llegó hasta el área pero no pudo generar mayor peligro.

La única jugada con promesa de gol del primer tiempo llegó desde los pies del propio Hohberg, quien, a los 21, se animó a patear al arco desde el córner. Pero entre Gianfranco Chávez, que no la pudo empujar, y el arquero Alejandro Molina, dejaron el arco en cero.

Al equipo de Rondina, que intentó un juego más directo sostenido por sus dos delanteros, se lo vio más cómodo en la cancha aunque tampoco preocupó demasiado al arquero del equipo local. A los 9’ tuvo la primera cuando Lucas Albertengo le bajó una pelota a Bruno Sepúlveda y éste le devolvió la pared al nueve para que definiera mano a mano pero Alejandro Duarte evitó el primer gol de la noche.

En la segunda mitad, a los 26, el debutante Mazzola anotó su primer gol con la camiseta del Arse a los pocos minutos de ingresar, tras un centro desde la derecha de Nicolás Castro. El ex Independiente y Gimnasia tuvo el mejor estreno posible en el equipo campeón de la Sudamericana 2007.

Los minutos siguientes fueron para el conjunto local, más por necesidad que por mérito futbolístico y así fue como sobre el final, con ayuda del VAR, el arbitro dio un penal para los locales por mano de Gastón Suso. Hohberg lo cambió por gol. 

El autor del empate, con su confianza al máximo, llevó al equipo peruano a buscar la victoria: tres minutos después del penal, le tiró un caño a Emiliano Papa, salió entre tres futbolistas y remató fuerte al primer palo, pero el remate se fue apenas arriba. Y ya en la última jugada de la noche, anticipó un peligroso centro desde la izquierda para poner el 2-1 final y quedar más cómodo de cara a la vuelta. 

El golpe anímico es fuerte, porque el equipo del Viaducto parecía tener todo controlado. Pero, de todos modos, de cara al partido de vuelta de la semana que viene en el Julio Humberto Grondona, el equipo argentino tiene buenas perspectivas, especialmente en base al gol de visitante.