Repitieron el mismo resultado que en el encuentro de la semana pasada, aunque el trámite del partido tuvo decididamente menos vuelo. En el Parque de los Príncipes, Paris Saint-Germain igualó 1 a 1 con el Benfica, tal como había sucedido en Portugal. Kylian Mbappé abrió la cuenta de penal y Joao Mario empató en el segundo tiempo por la misma vía.

El conjunto local fue levemente superior durante todo el partido. No tuvo un gran rendimiento colectivo y se aferró a sus individualidades. En la primera mitad, Neymar fue el mejor y en base a sus jugadas llegaron algunas de las mejores acciones de riesgo del equipo.

Sin embargo, el tanto llegó desde el punto del penal, pero como consecuencia de una jugada armada por Marco Verratti, el único que intentó darle un cariz de equipo a los 11 del PSG. El italiano filtró una buena pelota para Juan Bernat, que pisó el área y fue derribado por Antonio Silva. Mbappé ejecutó y convirtió.

En el complemento, el nivel del equipo francés bajó y sin hacer demasiado, el conjunto luso llegó al empate. Rafa Silva recibió de espaldas en el área sin riesgo, quiso salir y Verratti, sin querer, lo pisó. El juez Michael Oliver no lo detectó en principio, pero con ayuda del VAR revisó la acción y cobró correctamente penal. Joao Mario tiró fuerte al medio y empató la historia.

En un duelo donde no estuvo Lionel Messi, por precaución, debido a que acarrea una contractura, no hubo mucho más que sea muy destacable. Tan sólo un conflicto que se apagó rápidamente luego de que Enzo Fernández le cometiera un par de infracciones duras a Neymar, que se hartó y lo insultó a la vista de todas las cámaras. Sobre el final, intercambiaron opiniones, pero sin que pasara a mayores.

Ambos equipos le sacaron cinco puntos de diferencia al Maccabi Haifa y a la Juventus, que tienen sólo tres unidades y salvo una gran sorpresa se encaminan a ser los que queden eliminados del Grupo H, dado que sólo quedan seis unidades en juego.