Después del papelón del día de ayer, cuando Diego Schwartzman fue derrotado por un jugador de 18 años que ni siquiera figura en el ranking mundial, hoy dio vuelta la historia, enfrentó a un bielorruso que en este caso sin rankea (1.200) y le dio a la Argentina la salvación de pelear por el descenso a una tercera categoría.

El partido fue sencillo. Este buen hombre bielorruso de casi dos metros, al que no vale la pena mencionar porque nunca volveremos a escuchar nombrar, no resistió el avance arrollador del número 15 de la ATP, que lo venció por un doble 6-2.