A menos de un mes de la final de la Copa del Mundo, todavía todo es celebración. En Argentina asombran y emocionan los murales, los grafitis y la cantidad de gente que todavía hoy luce la camiseta de la Selección en la infructuosa pero emocionante búsqueda de retener un momento de felicidad popular única por más tiempo.

Uno de los artífices máximos de dicha alegría, Lionel Scaloni, disfruta, pero también piensa en el futuro cercano. El entrenador del conjunto nacional, cuya continuidad en el cargo aún no está 100% confirmada, se refirió su situación contractual y a muchos otros temas vinculados al Mundial que se grabó para siempre en el corazón y la memoria de los argentinos.

“En estos días estoy viajando para Buenos Aires y espero sentarme con el presidente, reunirme con él para después ver si llegamos al acuerdo que queremos. Esa es la idea. No sé cuándo voy a viajar, estoy bien con la familia y disfrutando. Entiendo la urgencia pero hay cosas más importantes”, aseguró el DT en una entrevista con El partidazo de COPE, de España.

Ya desde antes de su consagración en Qatar, había recibido ofrecimientos para dirigir a nivel clubes, algo que extrañamente nunca hizo. Sin embargo, por ahora esa ida no lo desvela: “Estoy bien donde estoy y seguiré entrenando. Estar en una selección me permite estar en mi casa, con mi familia y eso es un lujo, lo mejor. En algún momento llegará un club, pero lo importante son otras cosas a veces. La familia y los nenes te tiran mucho y poder estar con ellos es importante”.

Tal como Carlos Salvador Bilardo nunca pudo perdonarse los dos goles que le hicieron a Argentina de pelota parada en la final de México 1986, Scaloni también se lamentó del desarrollo del partido ante Francia, por la enorme superioridad del equipo nacional que nunca debió llegar a los penales. "No he vuelto a ver la final. La tengo clara en mi cabeza, pero no he vuelto a verla. Hasta hoy pienso que fue una lástima no cerrar el partido en los 90 minutos", aseguró.

Por último, el oriundo de Pujato se refirió a como es entrenar a Lionel Messi y hasta reveló una charla que tuvieron antes del Mundial: "Nos enteramos que íbamos a ser interinos de la selección mayor. Entonces con Pablo Aimar hicimos una videollamada con Messi porque era el capitán. Le dijimos que íbamos a sumir y él se reía, esa fue primera reacción. Estaba contento porque con Pablo tiene gran relación. ‘Me parece bárbaro, espero que les vaya bien’. Por nuestra parte le dijimos te esperamos, no había apuro porque teníamos que hacer una renovación. Él vino a los 7 u 8 meses y encontró un grupo increíble”.

Además, aseguró que dirigirlo “no es difícil” y que a él como a otros jugadores no hay mucho para corregirles. “Sí podés indicarle que haga alguna presión o la manera de atacar. Se le explica lo que uno quiere del equipo. Igual él para presionar y robar balones es el número 1”, cerró el director técnico que consiguió la tercera estrella.