San Lorenzo igualó agónicamente 1 a 1 ante Olimpo, último en la tabla de los promedios. Néstor Bareiro abrió el marcador y Emanuel Gigliotti igualó en el final para los de Boedo, que siguen en promoción.

Con este empate, San Lorenzo sigue en zona de promoción (si Tigre le gana este domingo a Colón, en Santa Fe, lo alcanza) con un promedio de 1.247, por delante de San Martín de San Juan (1.242), Tigre (1.231) y Olimpo (1.014).

Además, el equipo que dirige Walter Perazzo, que terminó con 10 por la expulsión de Damián Musto, a los 46 minutos del complemento, cortó una racha de seis caídas consecutivas, aunque no gana desde la 4ta. fecha cuando venció a Atlético Rafaela por 2-1.

El primer período fue un verdadero espanto, porque más allá de la necesidad de ganar, ambos carecieron de fútbol para generar peligro cerca de los arcos.

San Lorenzo asumió el protagonismo desde el comienzo, tuvo la posesión del balón, lo que significó además un dominio territorial, pero le faltó profundidad.

Leandro Romagnoli, que apareció con intermitencias, no tuvo un interlocutor, ya que Néstor Ortigoza está lejos de ser áquel jugador determinante que consiguiera el título con Argentinos Juniors (Clausura 2010).

Entonces, el equipo de Boedo dependió de Julio Buffarini, por la derecha, y Gonzalo Bazán, por la izquierda, para abastecer a Gigliotti, el 9 de área, que sólo contó con una chance de gol, a los 40 minutos.

Un centro desde la derecha de Juan Manuel Salgueiro, que no se entiende bien a qué juega, encontró al ex All Boys, pero su remate, de primera y a la carrera, se fue muy cerca del palo izquierdo Matías Ibáñez, que prácticamente no tuvo trabajo.

A todo esto, Olimpo fue un equipo cauteloso, tibio e insulso, que pese a tener la obligación de ganar (está último en la tabla de los promedios), nunca pisó el área rival.

Si bien el conjunto de Perazzo mostró solidez en el fondo, más por la pobreza futbolística de San Lorenzo que por virtudes propias, le faltó juego y atrevimiento para quebrar a la defensa contraria.

Martín Rolle, el mejor jugador del equipo bahiense, no tuvo socio en el juego (muy flojos trabajos de Martín Pérez Guedes y Maximiliano Laso), ya que sus compañeros pensaron más en mantener el cero en su arco, que marcar en el ajeno. Así, Bareiro, el único punta, quedó aislado.

El cuarto de hora inicial del complemento fue idéntico a los 45 minutos de la primera etapa: pocas ideas, cada vez menos fútbol.

Pero luego San Lorenzo, con más amor propio que juego, inclinó la cancha y tuvo el gol en tres oportunidades, a través de Gigliotti (16m.), Pablo Alvarado (17m.) y Jonathan Bottinelli (22m.), pero en todas las ocasiones falló en la definición.

Olimpo, en tanto, se replegó aún más, como si la igualdad le sirviera. Y eso agrandó a su rival.

Sin embargo, en una jugada de pelota parada, el conjunto bahiense se puso arriba en el marcador. A los 27 minutos, un tiro libre de Rolle desde la izquierda encontró la cabeza de Bareiro (le ganó en el salto a Ortigoza), y el uruguayo ubicó la pelota junto al palo derecho.

El 0-1 era muy injusto por lo hecho por uno y otro, pero era un "mimo" para el puñado de hinchas de Olimpo.

Inmeditamente Caruso Lombardi "quemó las naves" con el ingreso de Cristian Chávez por Alvarado. Ya habían entrado José Palomino por Meza (defensor por defensor) y Carlos Bueno por Bazán.

Pero el equipo fue un manojo de nervios e imprecisiones.

Sin embargo tuvo el empate dos veces en la cabeza de Bueno (40m. y 41m.), pero las dos veces se lució Ibáñez.

Olimpo, que a los 46 minutos se quedó con diez por la expulsión de Damián Musto, aguantó y estuvo cerca de volver a la victoria de visitante (la última vez había sido ante All Boys por 2-1, en la 10ma. fecha del torneo Apertura 2011) Pero sobre el final apareció la cabeza de Gigliotti, tras una gran jugada de Buffarini por la derecha, para marcar el empate final. Un empate con sabor a poco, pero más acorde con el desarrollo del encuentro.