San Lorenzo venía de mal en peor, los resultados no se daban, su entrenador, Paolo Montero, tambaleaba, los hermanos Romero abandonaron el club a mitad de semana y la crisis amenazaba con arrasar al Ciclón.

Pero hoy todo cambio. El técnico uruguayo decidió innovar, armó una eficiente línea de cinco defensor que le dio variantes en el inicio de las jugadas, y desde allí creció.

Tuvo una ventaja, los resultados aparecieron rápido, ya a los 4 minutos Nicolás Fernández puso el 1 a 0 y le dio tranquilidad para desarrollar su juego y siempre fue mejor que su rival.

Y encima, ahí nomás a los 16 minutos, Cristian Zapata puso el 2 a 0. Los de Boedo pudieron ampliar el resultado en el primer tiempo, pero no supieron concretar.

Ya en el segundo ,volvió a golpear de entrada. Le dieron un penal dudoso, que Franco Di Santo cambió por gol otra vez a los 4 minutos pero de la segunda parte. Y desde allí, no se jugó más, San Lorenzo hizo circular la pelota, Patronato mostró una impotencia llamativa, y el Ciclón empezó una resurrección futbolística que da para soñar.