El poderío de River es innegable. Desde hace años es el equipo argentino con mejor nivel, fue campeón el año pasado y sumó más y mejores refuerzos que cualquier otro equipo de nuestra liga. Sin embargo, pocas cosas en el fútbol son más difíciles que gestionar abundancia. El Millonario necesita cambiar la cara del debut en su primer partido como local ante Patronato.