Cualquier adjetivo sobre las calidades de este Millonario de Marcelo Gallardo, no es suficiente. River juega otra Liga, no es razonable que tenga que competir con ningún otro equipo del fútbol local, cuando no está disputando otra competencia mas exigente, como la Copa Libertadores.

Ahora lo sufrió el buen Argentinos Juniors de Gaby Milito, pero antes fue Talleres, el segundo, Boca el eterno rival. River te demuele, te pasa por encima.

Siempre la sensación de superioridad fue completa, pero como esto es fútbol y siempre puede pasar cualquier cosa, uno tiene la expectativa de que haya partido, especialmente cuando se llega hasta los 25 minutos 0 a 0.

A los 27, cuando Zuculini abrió el marcador, cualquier ambición de disputa se diluyó. En el entretiempo encima, Gallardo metió un cambio de esos que pocos hacen cuando va ganando, sacó un volante, Rollheiser, y metió un delantero, Romero.

Y fue este que a los 12 llegó un pase filtrado, encaró al arquero y habilitó al encendido Julián Álvarez que puso el 2 a 0. Ni un minuto pasó, que el pase filtrado de Palavecino que hizo un partidazo le llegó a Álvarez que encaró al arquero y le devolvió la gentileza a Romero que marcó el 3 a 0.

A los 33, Jorge Carrascal escapó a todos, encaró al arquero de Argentinos, acompañado de Romero, otra vez solo, pero quiso definir él, y le apuntó al pecho al guardamenta.

El Monumental terminó siendo una fiesta enloquecida, como casi siempre.