El resto mira absorto, porque parece imposible. Rosario Central hizo todo. Cortó circuitos de juegos, elaboró algunas juedas interesantes y a los 30 minutos del primer tiempo se puso en ventaja con gol del histórico Marco Ruben.

River andaba con modorra, mucho festejo, relajación, algunos cambios y se fue al descanso sin reacción. El segundo tiempo empezó mas o menos igual,y así fue como el Canalla, con otro gol de Ruben se ponía 2 a 0.

Y allí pasaron dos cosas. A los pocos minutos Central perdió a ojeda expulsado y River se dio cuenta que no tenía ganas de perder, Y se fue encima, y Palavecino con dos golazos, empató el partido.

La perspectiva es compleja a futuro para el resto de los equipos de fútbol argentino. Se puede hacer un gran partido como hicieron los rasarinos. River puede llegar con la cabeza en otro lado, sin ganas, relajado. El problema es que le sobran 20 minutos de enchufarse, para ser invencible.