Huracán derrotó a River Plate en el Tomás Ducó por 3 a 2 con dos goles de Franco Cristaldo, uno de ellos de penal, y Jhonatan Galván, mientras que para el Millonario, descontó Leandro González Pires.

River no es River. Es cierto, puso muchos suplentes en cancha, porque debe revertir una serie en desventaja con Vélez por Copa Libertadores y reservó varios titulares. Pero el nivel del Millonario es realmente bajísimo.

En el primer tiempo, pese a tener menos la pelota, fue mas Huracán, porque fue mas profundo, mas organizado, mas inteligente. Y para colmo a los 30 minutos, Jhonatan Maidana, veterano central que jugó justamente por ese recambio que obliga la Copa, tuvo la idea de darle un codazo inexplicable y torpe a un rival e irse expulsado sin sentido.

El impacto que sufrió el Millonario por quedarse con diez jugadores, se agudizó con el gol de Galván, solamente 7 minutos después y así se fueron al descanso.

Si River no encontraba el rumbo con once, parecía empezar a hallarlo con diez a medida que avanzaba la segunda parte y se acercaba al arco del Globo. Pero, como suele pasar en el fútbol, justo en ese instante, una hermosa jugada de Huracán, con taco de Coccaro mediante, terminó en gol de Cristaldo a los 18 minutos.

River fue con todo, sin orden, con poco fútbol, pero con todo. Y en un centro peinado en el primer palo, González Pires descontó de cabeza. Parecía que el Millonario podía, pero tres minutos después, el propio central autor del gol, tocó a Cóccaro en el área y Cristaldo volvió a convertir, esta vez de penal, para poner el 3 a 1.

El visitante siguió tratando pero recién en el descuento, fue Julián Álvarez quien volvió a descontar para poner un poco de expectativa.

River no levanta cabeza, debe revertir un mal resultado en la Libertadores y el ánimo no ayuda. Huracán, se consolida como un equipo interesante y peligroso para cualquier rival.