Cuando River juega en modo River es definitivamente imparable. Y cuando Julián Álvarez juega como ayer, puede ser titular en el campeón de la mejor liga del mundo. Seis goles convirtió el delantero en la goleada 8 a 1 sobre Alianza Lima en el Monumental. Santiago Simón y Elías Gómez, completaron la cuenta y Pablo Lavandeira descontó para los peruanos.

El partido largó con el Millonario presionando alto y jugando bien, y un Alianza "livianito" que no esta muy decidido sobre si se metía atrás o intentaba plantear el partido de igual a igual. De todos modos, ninguna de ambas cosas hubiese podido hacerlas con este River.

A los 15 minutos nomás, Álvarez cortó un pase yendo al piso en la salida de los peruanos, se levantó y pico al vacío, la pelota le quedó a un compañero que la entregó a Simón que la devolvió a Julián, que definió como el 9 del Manchester City.

Tres minutos después, el arquero visitante recibió un pase atrás un poco fuerte, controló apenas larga y de golpe apareció Álvarez quien sabe de donde: 2 a 0. Antes de terminar el primer tiempo, Julián ya había puesto del tercero. Detrás de esa figura incontenible, un Nicolás De la Cruz en un nivel altísimo, un cambio por lesión de Casco que llevó a la cancha a Gómez, que terminó siendo figura, un Simón de enorme altura futbolística.

A los 8 minutos del segundo tiempo, este último incrementó la cuenta y puso el 4 a 0. Y un minuto después, Goméz puso un pase largo perfecto y Álvarez definió pidiendo a gritos Selección, picándola ante la salida del arquero.

Si alguien creía que el 5 a 0 ponía a River en "descanso" no sabe que pasa cuando el equipo de Marcelo Gallardo se envalentona. A los 12 minutos del segundo tiempo, Julián ponía el sexto. Los peruanos no entían que pasaba. El equipo que los goleaba los seguía presionando en la salida con una intensidad europea, segía metiendo pases verticales punzantes en cada intervención, seguían picando los volantes al vacío como si el encuentro recién hubiese empezado.

A los 34, en uno de esos toqueteos en velocidad, le quedó a Gómez dentro del área, que clavó un tremendo golezo al ángulo. Y a los 38, Álvarez ya aburrió con su sexto tanto, el octavo de River. A falta de un minuto, Alianza contó con un penal a favor, que Lavandeira cambió por gol. El árbitro no dio descuento, no hacía falta, River ganó 8 a 1, pudieron ser 10 o 12, tranquilamente.