Quizás la noticia no sea el resultado. O tal vez, que el Bayern Munich le haya ganado al Barcelona es tan sólo un eje de la información, porque bien podría afirmarse que el hecho que sorprende y por ende es noticia es el hecho de que el conjunto catalán haya podido jugarle de igual a igual y haya merecido mucho más que lo que obtuvo.

En en el Allianz Arena, el gigante alemán derrotó por 2 a 0 el equipo español, que hizo muy bien las cosas, al punto que el resultado puede considerarse bastante injusto. Lucas Hernández de cabeza y Leroy Sané convirtieron los tantos para el local.

El trámite de juego sorprendió. Hace mucho tiempo que el Barca no se presentaba como un equipo dominante ante su “bestia negra”. Ambos tuvieron sus momentos de mayor manejo de la pelota y adoptaron la función de dominio protagónico y espera para contraatacar por igual.

Las mejores chances de la primera mitad fueron del equipo de Xavi, que no pudo convertir porque sus delanteros estuvieron especialmente erráticos. Especialmente Robert Lewandowski, que falló un mano a mano y no pudo convertir con un cabezazo clarísimo que le tapó Manuel Neuer.

El equipo alemán también tuvo oportunidades pero en menor medida. Sin embargo, en la segunda mitad, en una ráfaga de cinco minutos, liquidó el pleito. A los 5 del complemento Joshua Kimmich tiró un córner cerrado desde la izquierda y Hernández anticipó a todos en el primer palo y clavó el 1 a 0.

Cuatro minutos después, tras una excelente jugada armada desde la derecha hacia el centro, Jamal Musiala asistió a Sané, que se metió en el área y la tocó con enorme sutileza ante la salida de Marc-André ter Stegen. El 2 a 0 fue tan contundente como inesperado. Luego de eso se esperaba que el local se desatara y todo terminara en una abultada goleada, pero no sucedió.

Un rato después el equipo culé retomó el control del juego y volvió a tener clarísimas chances de gol. La más concreta la tuvo Pedri, que recibió casi en el área chica y la picó ante la salida pero la pelota dio en el palo. Tenía la chance de pasársela a Ferrán Torres que estaba completamente solo para resolver más facilmente.

El conjunto bávaro se sacó de encima al Inter y al Barcelona en sucesivos partidos y sin estar ni cerca de su techo futbolístico. Para los catalanes la derrota duele, porque fue inmerecida, pero debe dejar un panorama más que esperanzador a futuro, muy distinto a las últimas caídas frente a la máquina alemana.