La nueva ola de COVID-19 que complica a la mayor parte de los países europeos también empieza a generar una nueva camada de medidas restrictivas adoptadas por los diversos gobiernos. En Italia planean recrudecer los requisitos para obtener el permiso que habilita realizar diversas actividades públicas.

Hasta ahora, el conocido como "green pass" podía obtenerse a partir de haber completado el esquema de vacunación o mediante un hisopado que arroje un resultado negativo. Un decreto que extenderá el estado de emergencia al menos hasta el 30 de enero también dificultará la obtención del mencionado permiso.

Para poder realizar actividades en público será necesario obtener lo que los medios italiano han denominado el "super green pass", dado que ya no correrá la posibilidad de obtenerlo con hisopado negativo. Solo podrán conseguirlo quienes se hayan vacunado o quienes hayan atravesado y se hayan curado de la enfermedad.

De esa manera, el gobierno intenta incentivar a un minoritario grupo de la población, especialmente en comparación con otro países del Viejo Continente, que no quieren vacunarse. Son menos de 8 millones de personas los que no han recibido ninguna dosis, lo que representa poco más de un 12,5% de la población.

Aquellos que no tengan el nuevo "super green pass" no podrán ingresar a eventos o espectáculos en interiores como el cine, el teatro o un museo, ni a bares o restaurantes, así cómo tampoco podrán acceder a establecimientos deportivos tales como gimnasios o piletas ni a estadios de fútbol, aunque estos sean abiertos.