Pese a que fue motorista campeón de F1 por última vez en 1982 la marca Ford (a través de la fábrica inglesa Cosworth) sigue siendo uno de los motoristas más ganadores de la historia de la F1. La hegemonía de los  motores turbo durante la mayor parte de los años 80 los fue corriendo para el costado y, si bien siguieron ganando carreras y siendo competitivos hasta finales de los 90, el motor ‘genérico’ por excelencia de la F1 se fue quedando sin fuelle para seguir la carrera tecnológica de las últimas tres décadas. Tras un regreso trunco con la entrada masiva de nuevos equipos en 2010 que se convirtió en un ‘pif’ lento, la marca está afuera de la F1 hace rato.