El fútbol es un deporte muy especial. Parece increíble que dos equipos se enfrenten cuatro veces en un mismo torneo y aquel que fue superior en tres de los cuatro encuentros sea el que se queda con las manos vacías. Racing, que había superado claramente al San Pablo tanto en la ida como en los duelos de la fase de grupos, perdió 3 a 1 en el Cilindro y se quedó afuera de la Copa Libertadores. Emiliano Rigoni en dos oportunidades y Marquinhos convirtieron para los brasileños y Javier Correa descontó para los argentinos.

A partir de la presencia de Martín Benítez, Emiliano Rigoni y Marquinhos que no fueron titulares en el partido de ida, el conjunto visitante mostró una versión totalmente distinta: directa, veloz, dinámica y peligrosa. En los primeros minutos, tuvo dos oportunidades claras de ponerse en ventaja pero no pudo concretar. 

Cada ataque brasileño fue peligrosísimo, pero con el correr de los minutos, el local consiguió hacerse más de la pelota, hacerla circular con paciencia y de ese modo parar el frenetismo del San Pablo. En el momento en el que el mayor peligro parecía haberse terminado, el conjunto de Hernán Crespo se puso en ventaja.

A los 43 minutos, Leonel Miranda perdió la pelota con Miranda, el ex defensor del Atlético Madrid. El experimentado zaguero puso un pase largo y muy preciso para Marquinhos, quien rompió la línea del fuera de juego y definió. Gabriel Arias consiguió desviarla, la pelota dio en el palo, pero en el rebote Rigoni concretó con su pierna derecha.

Racing intentó reacomodarse en el entretiempo a partir del ingreso de Fabricio Domínguez por Juan Cáceres, con el que buscó más profundidad. Sin embargo, fue el uruguayo el que a los tres del segundo tiempo perdió una pelota clave que derivó en el segundo tanto de la noche. Benítez dio una gran asistencia y Marquinhos, el joven de 18 años que fue la gran figura de la noche, definió bárbaro de zurda.

Nueve minutos después, casi sin darle posibilidad de respirar a Racing, otra vez golpeó el equipo paulista. Marquinhos volvió a ganar en velocidad, en este caso a Nery Domínguez, y tal como pedía la jugada cedió hacia el centro para que Rigoni, sin oposición, convierta el tercero.

Tras esa acción, Crespo decidió sacar a algunos de sus mejores jugadores, dado que está en una situación muy difícil en el torneo local y necesitará contar con ellos. Eso, sumado al buen ingreso de Javier Correa, le abrió una mínima esperanza al conjunto de Juan Antonio Pizzi. Cuando quedaba poco menos de media hora, tras una gran jugada de Miranda y Mauricio Martínez, el ex Godoy Cruz y Colón remató de afuera del área contra un palo y descontó.

Casi inmediatamente después, el propio Correa tuvo un nuevo descuento de cabeza, pero el arquero visitante, Tiago Volpi se lució. Y eso fue todo: Racing atacó con mucha gente pero no volvió a generar peligro. El golpe para el equipo de Avellaneda es muy fuerte, especialmente por el resultado conseguido en el encuentro de ida. Además, tras un subcampeonato a nivel local suma una nueva frustración internacional.