Racing le ganó 2 a 1 a Independiente en la cancha de este último, con goles de Gabriel Hauche y Enzo Copetti. Lucas González marcó para el Rojo.

Fue un partido vibrante. Independiente salió con todo a presionar la salida de Racing, parecía que lo ahogaba, pero en esa desesperación por la presión, de un lateral lo dejaron solo a Chancalay que corrió 70 metros sin marca, Juan Insaurralde salió a cruzarlo, pero la pelota le pasó bajó el pie y el de la Academia quedó mano a mano. Su definición fue al palo y el rebote lo tomó Hauche que puso el tempranero 1 a 0.

El resto del primer tiempo quedó configurado con los de rojo tratando de entrar con poca eficiencia y los de celeste y blanco saliendo de contra. Y generó mas riesgo Racing con ese diseño, casi siempre, escapando por la izquierda con el veloz Chancalay. Pero si Independiente era ineficiente en encontrar los huecos para entrar, Racing lo fue en terminar esas contras: jamás disparó al arco de Sebastián Sosa.

Independiente metió dos cambios en el entretiempo que resultaron claves para el partido: Alan Soñora por Gastón Togni y Lucas González por Carlos Bermúdez. Y lo sometió. El Rojo doblegó totalmente a su rival, por momentos, lo bailó. Batallini no paraba de correr. Benegas pivoteaba todo, los ingresados Soñora y González manejaban los hilos, y la Academia hacía agua por todos lados. 

Y a los 10 minutos, González le pegó de zurda, violento y preciso, palo y adentro, 1 a 1. Independiente siguió jugando mejor, cada vez mejor incluso. Benegas estrelló un tiro en el palo y Gómez le sacó otro del ángulo. El "Chila" sacó un disparo de Lucas Romero, un tiro libre de Leandro Fernández pasó rozando el palo. Llovían cascotes sobre el arco de Racing.

Y en medio de esa lluvía, el visitante consiguió cruzar la mitad de la cancha faltando 5 minutos para el final, el lateral Piovi metió una pelota pasada para el otro lateral que metió la diagonal, Mura cabeceó hacia adentro y Copetti que entraba solo, marcó el 2 a 1 que sorprendió a propios y extraños.

Después del gol, Independiente arremetió con más ganas que juego, ya no quedaba resto. El equipo de Fernando Gago está angelado, el de Eduardo Domínguez deberá mantener el juego del segundo tiempo, y ver si consigue un poco de talco.