Parece insólito, pero es real. Boca obtuvo la gloria deportiva, pero en términos económicos no solo no ganará nada sino que hasta perderá una suma de dinero. El enorme cheque de la Copa Argentina quedó muy devaluado y a pesar de que la cifra ganada es muy abultada en pesos, no significa nada para las arcas de un club.

Por derrotar a Talleres en la final por penales, el Xeneize se hizo acreedor de la suma de $ 7.500.000. Esto equivale a casi u$s 38.000 al tipo de cambio libre de $198 o a poco más de u$s 74.000, si se toma el cambio oficial de $101.

En cualquier caso, para el club de La Ribera hay pérdida sólo a partir de un compromiso asumido. Juan Ramírez, el único expulsado de la final, pasó a mitad de año desde San Lorenzo a Boca. El pase se hizo en u$s 3.500.000, pero con algunas clausulas adicionales.

Una de ellas incluía una prima para el Ciclón de u$s 100.000 dólares en caso de que el jugador ganara la Copa Argentina. Es decir, no importa el tipo de cambio, el Xeneize tiene que poner más de lo que ganó.

Cada vez se hace más difícil competir para los clubes argentinos, más en el ámbito internacional. La comparación con Brasil, por ejemplo, es aplastante. Solamente Flamengo percibe más de lo que obtienen todos los equipos del fútbol argentino juntos por derechos de televisación.

Y en términos de premios por torneos, la cuestión es similar. El 12 de diciembre Atlético Mineiro y Paranaense van a jugar la final de la Copa Do Brasil, torneo equivalente a la Copa Argentina. El año pasado, el ganador de ese torneo fue Palmeiras, que se llevó u$s 8.000.000. Este año, el premio por ganar dicha competencia es más del doble. Así, parece muy difícil competir.