Platense dio un fuerte golpe de efecto y derrotó a Independiente en Avellaneda por 2 a 1 con goles de Nicolás Castro y Nicolás Servetto, mientras que Martín Cauteruccio descontó para el Rojo de penal.

Fue un partido extraño. Independiente asumió su obligación de grande y de local y tomó el control del partido en los primeros 15 minutos. Pero siempre con la misma carencia: su falta de presencia de peso en el área rival y las impresiciones fruto de la poca jerarquía en los últimos metros.