"Se me vino el mundo abajo", sintetizó el piloto de Yamaha, en diálogo con Radio Continental, luego de su abandono, que atribuyó a la "mala suerte".

"Me duele mucho porque para un Dakar uno se entrena, se prepara, deja muchas cosas", señaló Patronelli.  “Estoy un poco amargado pero ya está, la vida siempre da una nueva oportunidad”.

“Mi cuatriciclo quedó totalmente destrozado”, remarcó.