Hace sólo cuatro días, Boca se consagró campeón del fútbol argentino. Pero los tiempos de celebración se acortaron radicalmente, dado lo que se juega este jueves por la Copa Libertadores. El Xeneize recibe a Deportivo Cali y tiene que ganarle sí o sí para clasificarse a los octavos de final. 

El equipo colombiano lidera el Grupo E con 8 puntos y una diferencia de gol de + 4. Corinthians tiene la misma cantidad de puntos y una diferencia de +1. La cuenta es sencilla: si el equipo argentino gana, no debe pensar en nada más. Si empata, tendrá una mínima chance: que Always Ready, ya eliminado, le gane al equipo brasileño, de visitante, por dos goles de diferencia o más.

De todas maneras, Sebastián Battaglia y todo Boca saben que deben ganar. Dado que Marcos Rojo ya cumplió sus fechas de suspensión por el escándalo contra Atlético Mineiro la copa pasada y puede volver, el equipo tendrá sólo dos modificaciones respecto del duelo ante Tigre. Jorge Figal ingresará por Luis Advíncula, que está desgarrado, y Exequiel Zeballos por Sebastián Villa, a quien le queda una fecha más de suspensión.

Deportivo Cali sabe que tiene dos resultados a favor: el triunfo y el empate. Muchos hinchas del Azucarero llegaron a Argentina para el gran duelo e incluso hubo disturbios el miércoles en varios lugares de la ciudad y el Gran Buenos Aires, con las barrabravas de otros equipos argentinos.

Viví un duelo al límite por Continental con el equipo de Somos Boca. Relata Sebastián Sellaro y comenta Javier Simone, con los aportes desde vestuarios de Marcelo Magnone y Peto Cabachieff y la información de Marcelo Mármol De Moura desde estudios centrales.