Aquella incomodidad en el calendario planteada por Lionel Scaloni hace tan sólo una semana fue finalmente resuelta. El partido entre Argentina y Brasil, postergado luego del escándalo con el departamento de migraciones en plena pandemia, finalmente no se llevará a cabo. La decisión de no disputar el encuentro que estaba pautado para septiembre la tomaron las federaciones de ambos países junto a la FIFA.

“El partido Brasil-Argentina ya no se volverá a jugar, por lo que la fecha correspondiente permitirá que nuestra selección dispute en su lugar un encuentro amistoso de preparación para el Mundial de Qatar 2022”, señalaron desde la AFA, en un comunicado emitido mediante su página web.

Ni para el director técnico de la Albiceleste, ni para Tité, entrenador de la Verdeamarela, era cómodo llevar a cabo un duelo con tanto costo como un clásico en la víspera del Mundial. Como si eso fuese poco, por tratarse de un partido oficial, cualquier sanción disciplinaria repercutiría en la fase de grupos de Qatar 2022.

La suspensión es un alivio para la proyección del conjunto nacional, que llega en buena forma y busca trabajar con otro tipo de tranquilidad de cara a la gran cita. Ahora las autoridades podrán planificar un trabajo más relajado con amistosos que demanden otro tipo de exigencia. El único costo de esta decisión es tener que pagarle a la FIFA una multa de 150 mil francos suizos (casi 160 mil dólares), de los cuales el 25% será donado a la Organización Mundial de la Salud.