Gabriel Milito es un tipo medido. Defensor central de Independiente e ídolo del club primero, luego jugador del mítico Barcelona de Guardiola, siempre fue un tipo medido, de declaraciones meditadas.

Pero ayer estalló con el arbitraje que muchos entendieron, perjudicó a su equipo. "La reacción fue de mucha bronca porque la primera impresión que tenemos es que el gol era válido, porque antes de que Ávalos convierta hay un toque previo que el línea tal vez no lo puede ver, pero el árbitro sí porque está cerca de la jugada, la escuchamos nosotros y el gol era legítimo. Reniero confirmó que le rozó la pelota antes de que le pegue Ávalos. Luego lo pudimos chequear. Sabíamos que para poder pasar teníamos que jugar muy bien y cuidarnos porque sabemos que esto es así, sabemos cómo es el fútbol”, dijo.