Y volvió Lionel Messi a vestir la camiseta del Paris Saint Germain. Fue recibido tibiamente por el público y sin mayores homenajes por la dirigencia del club. Los franceses todavía están heridos por la danza de la que participaron involuntariamente en la final del Mundial.

Pero, no les queda otra que rendirse ante el mejor jugador del siglo. El argentino, condujo al PSG a la victoria contra el Angers, y convirtió un segundo gol extraordinario.

El equipo parisino venía de una derrota y una victoria ajustada contra un equipo de segunda categoría, en los dos partidos que jugó desde que terminó el Mundial, en los que Messi no participó. Ayer claro, ayer con Leo fue otra cosa. Aplaudan s'il vous plait.