Cuando Argentina salga a jugar su primer partido del Mundial ante Arabia Saudita, habrán pasado 4 años y 145 días desde aquella triste despedida del seleccionado de Jorge Sampaoli ante Francia en los 8avos de Final de Rusia 2018. El caos interno que vivió ese plantel tuvo como correlato una temprana eliminación. Sin deslindar a nadie de las responsabilidades futbolísticas ante tal impacto, el mundo del futbol sintió pena por Leo Messi. Un genio que veía cada vez mas lejana la posibilidad de ser profeta en su propia tierra. Pero entre Rusia y Qatar pasaron cosas, y de las buenas: cambió el entrenador, se fueron varios jugadores, aparecieron otros que se adaptaron muy rápido y un dato no menor tiene que ver con el éxito deportivo. En un país tan exitista como el nuestro, ganar pasó a ser lo único y los títulos conseguidos, en la Copa América de 2021 en suelo brasilero y la Finalísima tras pasar por encima a Italia en Wembley, marcaron el regreso de Lio al corazón de millones de argentinos.