El caso de la tenista china Pen Shuai, que denunció al ex viceprimer ministro de su país, Zhang Gaoli, aún trae consecuencias. Más allá de que para muchos aún no existen garantías de que la jugadora esté bien y el gobierno chino haya mostrado pruebas poco convincentes sobre su supuesto estado, los principales organismos del tenis empiezan a tomar decisiones.

La WTA suspendió la realización de torneos en China hasta tanto se esclarezca la situación de la jugadora, pero la ATP no acompañó la decisión. La mayoría de los jugadores se mostraron un poco molestos con esa medida, pero el ruso Daniil Medvedev planteó una mirada diferente.

"Lo que todos queremos tener claro es que está a salvo, lo cual supongo que aún no sabemos al 100%. Lo que ha hecho la WTA es muy fuerte porque hay muchos intereses económicos detrás. Obviamente si tuviera que jugar allí la semana que viene estaría incómodo, pero hay que ver cómo evoluciona todo ", aclaró en primer lugar el 2° del mundo. 

Pero luego expresó una posición un poco más clara respecto del contexto de los torneos en general: "Siento que puede haber opiniones distintas sobre qué hacer, no voy a criticar a la ATP por lo que haga o deje de hacer, todo puede verse de distintos puntos de vista. También es verdad que jugamos en muchos países que tienen problemas políticos, pero jugamos torneos en ellos"

Por último, también entendió que para el caso de la ATP no tiene mucho sentido apresurarse, dado que para los próximos torneos que tendrían que jugarse en territorio chino falta mucho tiempo. "El tema aquí es que los próximos torneos en China son dentro de casi un año, así que supongo que todo esto evolucionará con el tiempo y sabremos a fondo qué es lo que ocurre con Shuai. Supongo que este desagradable problema se va a resolver", auguró con esperanzas.