El fútbol inglés es uno de los mayores focos de contagio de COVID-19 en el deporte europeo actualmente. Las suspensiones de partidos ya son moneda corriente y la reprogramación de partidos ha alterado definitivamente el calendario de todos los equipos.

Sin embargo, la pelota no se frena, al menos de manera general. Los directivos de los clubes de la Premier League votaron a favor de que el fútbol siga en la época de fiestas a pesar de la ola de contagios. Muchos referentes de la mejor liga de fútbol del mundo se han manifestado en contra.

El director técnico del Arsenal, Mikel Arteta, se puso del lado de los futbolistas y afirmó que si ellos, que siempre han hecho lo posible para continuar, reclaman parar, deben ser escuchados: "Lo principal es proteger el bienestar de los jugadores porque somos responsables de defenderlos más que nadie. Es importante que escuchemos mucho más sus preocupaciones porque, sin ellos, no podemos hacer nada y la industria no funcionaría".

El miércoles, Jordan Henderson, el experimentado y respetado capitán del Liverpool, había sido el primero en alzar la voz y levantar una ola de reclamos por parte de sus colegas. "El fútbol para nosotros lo es todo y queremos poder rendir al más alto nivel cada vez que pisamos el terreno de juego. Desgraciadamente, en este momento es difícil hacerlo. Esto ha sido así durante años y ha sido complicado. Pero con el COVID se vuelve aún más complicado y peor. Me preocupa que nadie se tome en serio realmente el bienestar de los jugadores", declaró, consciente del peso de sus palabras, ante la BBC.

Otra voz poderosa, como la de Steven Gerrard, actual DT del Aston Villa y referente máximo del Liverpool en su época de jugador, dio referencias sobre una situación vivida en su equipo que refleja lo difícil del contexto: "El fin de semana uno de los jugadores se mostró reacio a salir de su coche porque tenía algunos síntomas y tiene una familia joven, y se puede entender totalmente su punto de vista".

Los jugadores y entrenadores claman desde hace varios años por un mayor poder de decisión, especialmente en cuestiones de calendario, que se hacen apretados en las mejores ligas del mundo. El contexto COVID-19 ha reforzado sus voces pero siguen sin incidir en quienes están al mando. Por lo pronto la Premier League sigue, pero ya han tenido que suspenderse dos partidos del 26 de diciembre, como consecuencia de los contagios.