La sensación que queda es que el Inter poco más pudo hacer. Más allá de algunos cambios poco comprensibles de su entrenador, el conjunto italiano dio absolutamente todo ante un equipo de mayor jerarquía pero no le alcanzó. Le ganó 1 a 0 a Liverpool en Anfield Road, con un golazo de Lautaro Martínez, pero quedó afuera en los octavos de final por el 2 a 0 en contra sufrido en la ida.

El equipo visitante hizo un esfuerzo descomunal para que el encuentro sea parejo y tuvo varias acciones colectivas muy bien preparadas para sortear la brutal presión que suele ejercer el equipo de Jürgen Klopp.

La sensación que quedó en todo el primer tiempo es que el equipo milanés no podía hacer un mejor partido que el que estaba realizando y aún así no podía ponerse en ventaja. Y, en contraposición, el conjunto inglés mostró su enorme arsenal de recursos pero no tuvo un buen partido colectivo.

Ambos se atacaron y pudieron convertir, pero claramente el plan de juego mejor plasmado en cancha era el del Inter que tenía que hacer dos goles para igualar la serie. A los 16 de la segunda mitad, Martínez le dio ilusión a todo su equipo. Ivan Perisic recuperó en la salida rival, Alexis Sánchez asistió rápido y el argentino, de primera, con tan sólo acomodar el cuerpo se las ingenió para sacar un remate fortísimo desde afuera del área, que se metió contra el ángulo izquierdo de Alisson.

Estaba todo dado para que el equipo italiano mantuviese la serie con vida hasta el final. Pero tan sólo dos minutos después, en el mejor momento de su equipo, el chileno Sánchez fue expulsado de manera injusta. El delantero fue a disputar la pelota, la tocó y en la caída rozó el tobillo de Fabinho. No hubo intención ni imprudencia, no fue una acción suficiente como para generar una descompensación semejante en una serie tan pareja.

Casi enseguida, Simone Inzaghi, que tan bien había planteado el encuentro, realizó cambios inentendibles.  Con la necesidad de un gol para igualar la serie sacó a Martínez y puso a Joaquín Correa, un delantero de menos peso pero más veloz. También realizó cambios puesto por puesto de volante central y de lateral por la derecha.

La conclusión fue la lógica: el equipo no atacó más, perdió peligrosidad y hasta pasó a sufrir en defensa. Después de haber hecho un partido más que digno se quedó afuera sin patear al arco y aguantando en su área los últimos 16 minutos.

El Inter se despidió demasiado temprano de una competencia en la que ha tenido muchas alegrías a lo largo de su historia pero en la que ha tenido poco protagonismo durante los últimos 10 años. El Liverpool es uno de los grandes candidatos a quedarse con el torneo, por lo hecho en toda la temporada, pero no por lo que mostró en este partido.

El Bayern Munich trituró al Salzburg

La máquina de Baviera que había tenido dificultades en el partido de ida aplastó a su rival austríaco. La serie estaba 1 a 1 y el conjunto alemán despejó todo tipo de dudas: se impuso 7 a 1 en el Allianz Arena y sigue en carrera como uno de los equipos con más aspiraciones en el torneo.