El Barcelona aún padece los coletazos de la salida del mejor jugador de su historia. Más allá de los resultados deportivos malos, que probablemente ni Lionel Messi podría solucionar, Joan Laporta es cuestionado por el desinterés y la desilusión que generó la salida del rosarino. Pero el presidente del club catalán no recula y va más a fondo: ""Tuve la esperanza que hubiese un cambio de rumbo y dijese 'juego gratis'".

En diálogo con RAC1 de Cataluña, el dirigente que hizo campaña con la continuidad de Messi afirmó sentirse decepcionado, pero no enojado dado que lo quiere "demasiado". Casi como si se burlase de todo lo sucedido, también afirmó que le "gustaría hacerle un homenaje a Messi".

Por otro lado, volvió a explicar la situación del fair play financiero, que, de acuerdo a su versión, fue lo que impidió que Messi siguiera en el club. "No había margen para meterlo en la plantilla y teníamos las conclusiones de la auditoría y la inversión en Leo nos podía poner en riesgo. El Barça está por encima de Messi y de cualquiera. No había margen", afirmó con seguridad.

Por último dejó entrever que el último ofrecimiento contractual fue hecho por la familia del rosarino y no por el club: "Nos propuso una operación, nos planteamos un esfuerzo pero, para tener margen salarial, había que hacer una operación que era inviable".