A los 33 minutos del primer tiempo, una acción clave pudo cambiar totalmente el rumbo del partido entre Argentina y Brasil. Raphinha se sacó de encima a Marcos Acuña con una pisada deliciosa y lo encaró a Nicolás Otamendi. El defensor del Benfica le sacó la pelota de manera brillante, pero ya con la posición ganada, revoleó un codazo brutal hacia atrás y lo cortó en el labio al jugador del Leeds. Sin embargo, el árbitro Andrés Cunha no lo vio o decidió no verlo.