El domingo por la noche, por la final de la Copa Oro de la CONCACAF se enfrentaron México y Estados Unidos. El partido se jugó en Paradise, Nevada y el local se impuso por 1 a 0 en tiempo suplementario, a tres minutos del final. La derrota cayó muy mal en tierra azteca por un lado porque ya habían perdido una final agónica hace poco contra el mismo equipo, pero, especialmente, porque armaron un seleccionado con las principales figuras, como Edson Álvarez, Jesús Corona y Héctor Herrera para ser campeones y fueron derrotados por un combinado estadounidense de tercera selección, compuesto por futbolistas del medio local.