El campeonato de Fórmula Eléctrica presentó antes de su fin de semana en Montecarlo la Generación 3 de su auto. Se trata de la versión más rápida y potente de la historia de este atractivo campeonato (quizá la mejor parrilla del mundo automovilístico después de la F1). Además, está diseñado especialmente para los circuitos callejeros, con una distancia entre ejes lo más corta posible para facilitar el desempeño en curvas lentas y un estilo 'flecha' inspirado en la aeronáutica.

Noticia que se extraña en la F1: el nuevo auto pesará sesenta kilos menos que el Gen2 (unos 840 kilos, frente a los 900 actuales: cada vez más cerca de la F1). Además, tendrá trenes de potencia delantero y trasero (250kw adelante, 350kw atrás), con más del doble de la potencia de los coches de la FE actual (que en términos de relación peso/potencia son de F3, es decir, Grado C, y en el Gen3, con unos 800 caballos de fuerza, estará por encima de cualquier campeonato salvo la F1 y la IndyCar).

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El Gen3 generará el cuarenta por ciento de su potencia por recuperación de energía de las frenadas. Además, el proyecto mejora visiblemente el uso de materiales sostenibles en el diseño y producción de los autos, como baterías reciclables. En este mismo sentido va la FIA, que piensa chasis hechos de fibra de lino o de cáñamo para reemplazar a la más pesada aunque muy flexible y noble fibra de carbono que usan los F1 desde los 80 (otro aporte de Niki Lauda).

Para el CEO de la categoría, Jamie Reigle, el nuevo coche “Revoluciona y desafía las convenciones del automovilismo, estableciendo el punto de referencia para el rendimiento, la eficiencia y la sostenibilidad”.

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