Una vez más, la FIFA se encuentra en el ojo de la tormenta por cuestiones vinculadas al racismo. Muchas víctimas de este tipo de discriminación en el fútbol han expresado que no sienten el apoyo de la entidad que rige a este deporte, que incluso ha mostrado en varias oportunidades una mayor intolerancia contra expresiones políticas anti racistas, que contra el mismo racismo.